6ª ETAPA: S. JUAN DE ORTEGA-CASTROJERIZ

La etapa de hoy fue de disfrute total. Delante estaban 70 kilómetros aproximadamente. Tuve dudas al principio después de leer los comentarios de la ruta por camino y del tiempo que hacía (S. Juan de O. amaneció con llovizna y todo cubierto), pero me dije: NO, DE NINGUNA MANERA, y no cedí: al camino, aunque fuese yo solo, que fuí, al final. Primero me dirigí hacia Agés y luego a Atapuerca (7 km.) y aquí, como no paraba de llover, pe apertreché de traje de aguas y gorro de baño encima del casco (¡Qué pena que no había nadie para hacerme la foto!, pero ya os podéis imaginar la pinta que llevaba…). Así comencé a subir el alto hasta la cruz de madera. ¡No era para tanto! Cualquier ruta de las que hacemos por nuestra Groba la supera. allí procedí a echar las piedras a los pies de la cruz. Piedras que para mi significan el recuerdo de todas las personas a las que tengo afecto (familia, amigos…, sí también tenéis vuestras piedras, bicinenazas…). Una vez coronado el alto se pasa monte a través un llano (¡Cómo les gustaría a los amigos de Burela y a los del Garaxe de Ourense!) y ya una divertida bajada, que los que me conocéis, sabéis que si la bajo yo no debe ser tan complicada… ¡y la bajé!. Ya retomado el camino limpio veo que hay en un cruce flechas por dos direcciones. Miro mi Garmin y me marca a la izquierda (¡Gracias, Calan!). Un grupo de peregrinos ha tomado el de la derecha. Me acerco a ellos y les pregunto por qué han tomado esa decisión. Son italianos de Torino y de Venezia y me dicen que quieren ir a Burgos pasando por Villalval. Reviso la ruta y Villalval está en el de la izquierda. Vienen los varones con los planos y volvemos al cruce y vemos que, efectivamente, en letra muy pequeña la flecha de la izquierda pone Villalval. Me dan las gracias y sigo el camino. Arrivederchi, caros! Sigo por Villalval donde le pregunto a un lugareño si sabe a donde y por qué está marcado el otro camino. Sonríe y me dice: “Guerra de bares. El Camino da dinero”. Y me cuenta que a la derecha hay un paisano que tiene un bar y puso esa flecha y que hay peregrinos que se tienen perdido por tomar esa ruta. Continúo hasta Orbaneja y, siguiendo el track, me meto por Villafría para entrar en Burgos. Me esperan mis amigos en el Arco de Santa María. Allí llego y vamos a tomar un chocolate con churros en la cafetería Valor. Excelente. Quito mi ropa de aguas. Ya empieza a lucir un espléndido sol. Al salir las campanas de la catedral tocan saludándonos. Tomamos la salida por el Espolón dirección Villalbilla. Otra vez mis amigos, en contra del consejo de un ciclista del lugar, van por carretera. Yo sigo por el camino. El ciclista me acompaña un rato y me cuenta que es de Castrojeriz, que hago muy bien en ir por el camino y que comamos en el Mesón, al llegar. Él está entrenando para hacer el camino en el verano. Nos despedimos y sigo: Tardajos, Rabé de las Calzadas (confluyen dos antiguas calzadas romanas), donde sello la credencial, Hornillos del Camino, Hontanas… La pista está en buenas condiciones, el barro se ha endurecido. Hay pequeños repechos y alguna bajada divertida con piedras, pero ciclable “para mi”. Así llego a Castrojeriz pasando por el Convento de S. Antón que impresiona ver tal construcción en tal lugar. Llego a las 14 horas a Castrojeriz. He tardado 2 horas desde Burgos: buena media… Espero por mis amigos. Los llamo y han pinchado los dos. Traen retraso. Me tomo una cerveza en el Mesón (que además es donde vamos a dormir y tiene WIFI). Tomamos el menú del día: unas excelentes alubias pintas con morcilla y relleno de carne y un guiso de novillo, flan con nata de postre, cafés, chupitos de orujo y los cafés para las damas, todo: 33 €. Recomendable el sitio. Luego voy a la habitación, tomo el portátil y pongo al día mi relato. Mañana etapa de descanso, vamos a Carrión de los Condes. Tenemos que hacer gestiones en Fromista. Repito, hoy hemos disfrutados los tres, bueno, los seis, porque a las chicas también les fue productivo el día.

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