Optamos por la orilla izquierda del río, siguiendo los consejos de las guías, y aprovechando que estamos alojados en esta ribera a las afueras de Passau. Vamos avanzando a la orilla de la carretera. Nuestro equipo de apoyo tiene ocasión de sobrepasarnos y nos tocan el claxon para darnos ánimo. Al poco de sobrepasar Erlau, en Obernzell, dejamos el tráfico y transitamos por una cómoda y tranquila pista para bicicletas.
Nosotros optamos pasarnos al otro margen del río en Niederrana. El puente ya es considerablemente largo, pues el río va aumentando su anchura. Queremos abordar el espectacular meandro de Schlögen por esta orilla, desde donde las vistas son más bellas, a mi entender.
Hay grupos de deportistas preparándose concienzudamente para diversas competiciones. Se ve mucho ambiente, ya que este lugar se puede considerar un punto emblemático de la Danauredweg. Deportistas, ciclistas y demás turistas compartimos nuestra admiración por el lugar.
Algunos de esos turistas van haciendo la ruta en grandes y lujosos cruceros, que ya nos irán acompañando todo el camino. También empiezan a proliferar grupos numerosos de pescadores, que aprovechan pequeños descansos para hacer sus parrilladas "in situ".
Nosotros mantenemos nuestro "guten Morgen" pronunciado lo mejor que podemos. A veces optamos por el "Morgen" simplemente, producto de la experiencia de lo que nos suelen contestar.
Llegando a Aschach, optamos por un "chiringuito" a pié de pista para reponer fuerzas.
Cruzamos el río por un, ya también, largo puente y enfilamos el lado izquierdo para llegar a Ottensheim, donde tenemos el hotel. Está a unos 9 kilómetros de Linz y cómodo para acercarnos con el coche y pasear esa hermosa ciudad.
La pista seguimos compartiéndola con numerosos ciclistas. Unos haciendo sus entrenamientos y otros, como nosotros, haciendo la ruta del Danubio.
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