Antes miramos a ver si necesitamos utilizar alguna herramienta. Había visto este detalle en un blog en internet, pero aún no lo había encontrado por el camino. ¡Estaba en Grein!
Retomada la orilla derecha del río, lo vamos bordeando hasta Donaudorf, donde volvemos a cruzar un puente, que tiene un curioso acceso para ciclistas. Una rampa de caracol muy ancha y muy cómoda. Damos la vuelta bordeando el meandro para pasar por Ybbs.
En realidad podíamos haber evitado esta vuelta y continuar recto, ya que tuvimos que volver a cruzar un puente a la altura de Pöchlarn para acceder a Melk y visitar su impresionante abadía benedictina.
Seguimos por el margen derecho hasta Weissenkirchen donde volvemos a pasar al otro lado por medio de una lancha transportadora. Este nos lo podíamos haber evitado, pero era tentador cruzar el Danubio en una barcaza.
Antes de llegar a Krems, tenemos que cruzar otro puente, pues Hollenburg está en la otra orilla. ¡Hoy va de puentes!
Ya estamos llegando a Hollenburg, muy cerca de Krems, que es donde tenemos la residencia para esta noche. El equipo de apoyo está contento, pues es el último día que tienen que "peregrinar" a la oficina de turismo par encontrar alojamiento. A partir de mañana, en Viena, tenemos reservado un apartamento en el mismo centro de la ciudad, donde estaremos cuatro días para conocerla y para tratar de vender las bicis, o, si no, regalarlas, pues ya cumplieron, con creces su función.
Estos son los senderos que nos conducen a Hollenburg. Se podría ir por una carretera secundaria, pero la tentación de esta hermosa pista nos ganó la voluntad y ya veis...
Para ver el track, pulsa aquí.
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