3a. ETAPA: VILLAFRANCA del BIERZO - RAMIL

Hoy a las 8:45 ya estábamos rodando. Hacía frío. Quien lo diría después del calor que pasamos ayer... Comenzamos rodando cansinamente ante la perspectiva de lo que nos espera. Así, bordeando siempre el río Valcarce, pasamos Pareje, Trabadelo, La Portela, Ambasmestas y Vega de Valcarce. La pendiente es suave y vamos adelantando a los madrugadores peregrinos. Según vamos llegando a Ruitelán y Herrerías, la pendiente se endurece. Ya el calor comienza a apretar. El agua se nos acaba y tenemos que tirar de barritas energéticas y fruta para llenar el depósito de combustible. La subida a La Faba por el camino la descartamos y subimos por la alternativa para bicis. Ya tenía la experiencia de 2010 y no quería repetir. Sara y Xabi, aguantan como campeones la subida y aprovechamos las dos o tres sombras que hay en el camino para tomar un pequeño respiro y el combustible. Nos llama Marisol, ya está en O Cebreiro con Duna y espera por nosotros. Llegamos, sellamos la credencial en la capilla. Tomamos una buena jarra de cerveza y seguimos... Ah! pero nos encontramos con el alto do Poio y el sol de justicia. Esto no estaba previsto... Sellamos aquí y cogimos un poco de agua. Ahora si que ya era descenso. Habíamos quedado con Marisol en Fonfría, pero aun estaba en Samos. No pudimos dormir ahí porque Duna tenía que  pernoctar en un patio y no está acostumbrada. Así que decidimos dormir en S. Mamede, en el albrgue Paloma y Leña.  Continuamos bajando  y nos encontramos en Ramil. Cargamos las bicis en el trasportín y fuimos a comer a Triacastela. Allí nos encontramos con dos parejas de ciclistas que vienen haciendo el camino desde León y también van a Paloma y Leña. Seguimos hasta el albergue... Qué buena elección!!! Un sitio muy, pero que muy recomendable. Por todo. Instalaciones, trato, servicios... Qué suerte que vamos a pasar dos días!!! Dimos una vuelta por el entorno. Conocimos a un peregrino alemán que nos contó su vida en 10 minutos. Una excelente persona que dormirá en una tienda en el bosquecillo del albergue. Luego llegan los amigos sevillanos que vienen de refrescarse en un arroyo. Estamos disfrutando de la casa y decidimos cenar la cena de los peregrinos. Cenamos los 8. Nosotros 4 y los 4 sevillanos. Después de una pequeña tertulia, nos recogemos en la magnífica habitación. Mañana etapa fácil para compensar.

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