Bueno, se acabó el turismo à voiture et on commence le tourisme à vélo! Salimos hacia Sancerre, ya que la etapa de hoy va a ser larga y la subida a Sancerre, para empezar, nos podría machacar. Allí aparcamos cerca de la oficina de turismo para coger alguna información, descargamos las bicis y... a pedalear. La bajada se agradece con la impresionante vista del valle del Loira. Pasamos por St. Satur, La Belaine hasta llegar a Belleville-Sur-Loire por la margen izquierda del río. Las pistas están impecables; las que no están asfaltadas están con tierra batida que nunca me obligaron a desbloquear la amortiguación. En Châtillon-Sur-Loire cruzamos a la margen derecha y nos llevó por unos frondosos bosques al lado del río. Así llegamos hasta Briare, la ciudad del Pont-Canal; un puente que pasa por encima del Loira que es un canal navegable, de hecho nosotros lo tuvimos que cruzar compartiendo la travesía en paralelo con un barco de turistas para cambiar de margen, pasando al izquierdo. Aquí (¡oh casualidad!) encontramos a nuestras chicas, que habían parado a hacer unas fotos. Seguimos por Saint Brisson-Sur-Loire hasta Gien, siempre por zonas boscosas y lo que no era bosque eran viñedos y viñedos inmensos, bordeando el Loira. Así llegamos a Sully-Sur-Loire, donde nos detenemos en el primer castillo grande de la ruta. Cruzamos a la margen derecha en St. Pierre-Sur-Loire y justo entre Sully y St. Benoît, está la casa rural donde nos alojamos: La Ferme des Hiboux. Allí nos están esperando Denise y Pierre con unas excelentes cervezas frescas unos aperitivos y unas espléndidas hamacas que en el jardín tan maravilloso que posee la casa fue un magnífico regalo mientras esperábamos por las chicas, ya que llegamos antes que ellas.
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