Después del delicioso desayuno que nos preparó Babette, nos despedimos hasta el día 3 de octubre y retomamos la ruta dirección Pouilly, en busca del Loira. Allí nos espera Christine, una amable normanda que nos hace un recibimiento digno de su zona: un exquisito pouilly fumé con un tentempié. Nos enseña la casa (Casa de turismo rural Armalou) y vamos a dar una vuelta por este pueblo vitivinícola a admirar los "jardines" de cepas y las hermosas casas. Al mismo tiempo vamos a saludar al Loira y departir con él. Va a ser nuestro compañero en unos cuantos días. Ni os quiero contar el desayuno opíparo que nos tenía preparado Christine... Merci, Christine!
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