Hoy retomamos la bici. Casi la echábamos de menos. Salimos de la Bihourderie con una densa niebla nos dirigimos a Azay para retomar el camino que nos acercará otra vez al Loira: Truyes, Cormery, Veigné, Monts... y llegamos a Azay-le-Rideau con el castillo de los hermosos jardines. Hay muchos turistas, pues es uno de los castillos más visitados de la ruta del Loira. Continuamos hacia Bréhémont, donde ya nos encontramos con el Loira. Seguimos el curso del Loira y allá a lo lejos podemos apreciar el Castillo de Ussé, donde hacen una recreación de Blancanieves. A la altura de Chapelle-Sur-Loire descendemos un poco camino de Chinon, y unos kilómetros antes, llegamos a Beaumont-en-Véron, nuestro destino. La casa rural donde nos alojaremos es "La Balastière". Es una casa del S. XV mandada construir por un caballero que acudía a los torneos y no tenía suficiente sangre azul para alojarse en el Castillo. La chimenea creo que es lo único, junto con algunas paredes, que se conserva de la época. Las habitaciones son sencillas y justas, pero la amabilidad de Antoinette y su marido lo suplen. Nos invitan a una botella de vino de Chinon y nos cuentan parte de su historia. El marido habla muy bien español y cuando le preguntamos a que se debe nos cuenta su historia que parece como sacada de una novela de Dumas. Sus padres, de la provincia de Granada, casi adolescentes amantes, ante la negativa de sus progenitores de permitir su relación, huyen de casa y se van para Francia. Allí acontecen las dos guerras (la civil española y la 2ª Guerra mundial). No es hasta después de la 2ª Guerra mundial que los abuelos llegan a localizar la familia ya numerosa (9 hijos) y vuelven a mantener contacto, pero ya no volverán a ser españoles. Son franceses de tomo y lomo. Sobre todo los hijos. Él es un poeta que escribe hermosas palabras... en francés.
